Biden le dijo a confidentes que no creía que su homólogo israelí quisiera un acuerdo de alto el fuego, argumentando que Netanyahu estaba tratando de perpetuar el conflicto para salvar su futuro político y ayudar a Trump en las elecciones de noviembre, dijeron los funcionarios. Biden consideró la respuesta de Israel "excesiva" y detuvo un envío de armas estadounidenses a Israel.
Pero incluso cuando la presión crecía por parte de los demócratas para distanciarse de Netanyahu, el instinto reflexivo de Biden era apoyar a Israel a pesar de la creciente crisis humanitaria. A medida que su influencia sobre Netanyahu disminuía, la ira del presidente crecía.
Las llamadas telefónicas entre los dos hombres se convirtieron cada vez más en discusiones acaloradas, según uno de los funcionarios y otro alto funcionario no autorizado para discutir conversaciones privadas.
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