China ha estipulado que el Dalai Lama debe 'corregir completamente' sus puntos de vista políticos como condición previa para reanudar el contacto con su gobierno central. Esta declaración se produce en medio de tensiones continuas sobre el estatus del Tíbet y la defensa del Dalai Lama por su pueblo. A pesar de las afirmaciones del Dalai Lama de que no busca la independencia para el Tíbet, sino una autonomía significativa, China lo ve como una amenaza separatista. La demanda de un cambio en su postura política subraya los problemas arraigados entre China y el Dalai Lama, destacados aún más por figuras internacionales como Nancy Pelosi que interactúan con el líder espiritual tibetano, lo que ha provocado respuestas contundentes por parte de China.
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